Perteneciente a una de las ramas de la
familia de los Aguilar, es ésta una notable vivienda que fue remodelada durante el siglo XVIII, realizándose en ella entonces una profunda redistribución según los criterios típicos del momento.
Exteriormente la
casa aparece presidida por una elegante
portada de acceso, levantada en dos cuerpos de altura más remate superior y realizada en un austero estilo barroco, ya próximo al neoclásico, cuya fecha de construcción se estima entre los años 1750 y 1799.
Se organiza esta portada en su cuerpo bajo a partir de un sistema de
columnas pareadas sobre pedestal único, recto y tallado con motivos geométricos, que enmarcan un hueco de entrada adintelado. Sobre él, y apoyado en una gran ménsula central y en los
capiteles de las columnas, se crea un
balcón cuyo hueco aparece flanqueado por pilastras cajeadas de
capitel jónico, coronado por un
frontón curvo partido, en cuyo centro se aloja un
escudo con la heráldica de sus propietarios.
Desde el zaguán y tras la
reja de forja, se aprecia el
jardín y
patio principal de columnas.