Esta
iglesia perteneció al
convento de los Padres Carmelitas Descalzos desde su fundación en 1591 hasta la desamortización. En 1910 la orden religiosa volvió a tomar posesión de una parte del
edificio, ya que las dependencias conventuales fueron derribadas, y en parte adaptadas, para la construcción del Asilo de ancianos regido por las Hermanitas de los Pobres.
La iglesia es de planta de
cruz latina de una sola nave, con crucero,
capillas laterales entre los contrafuertes comunicadas entre sí,
coro alto a los pies y presbiterio con testero plano, tras el que se encuentra la sacristía. La única nave se cubre con
bóveda de cañón con lunetos y
cúpula de media naranja sobre pechinas en el crucero. La iglesia fue inaugurada en 1614, siendo totalmente transformada a lo largo del siglo XVIII, cuando se le añadió la rica decoración de yeserías y pinturas murales, que dotan al conjunto de gran singularidad. La elaboración de estas yeserías llegó a su punto culminante entre 1760 y 1770 presentando abundantes motivos de rocalla.
Las
esculturas y carpintería, junto con el
órgano del siglo XVIII, la hacen símbolo del barroco ecijano.