Me encanta El Alamo, podéis imaginaros el silencio?, el no stress? tan de moda en la actuaidad. "Me encuentro estressado" ¿Cuántas veces escuchamos esta frase en cualquier lugar? Muchas verdad? Yo, con mi familia, a veces, otras mi marido sólo, solemos ir a disfrutar de la tranquilidad que irradia este hermoso lugar.Sus habitantes están llenos de calma, de equilibrio, de serenidad... Y nosotros tenemos que asistir a cursos de inteligencia emocional para soportar este vertiginoso ritmo, que nos implantan desde no sé dónde.Bueno, pues aquí esto se obiene de forma natural, sin impuestos, sin tenerse que apuntar a listas, sin tener que esperar a que te admitan en el curso, así, de verdad. Sólo tienes que coger el coche o el autobus y llegar allí, no hay semáforos, ni comercios, ni bullicio, ni ruidos incómodos, por el contrario, encontrarás sonidos de pájaros, olor a chimenea, olor familiar, entrañable, de los de antes. Represnta el lugar ideal para estar delante de la chimenea, leyendo un buen libro o manteniendo una buena conversación a la luz de la lumbre.Este, es el álamo que yo conozco desde 1990 aproximadamente, no conocí otro, por tanto no puedo hacer comparaciones, las hago, pero con los lugares que conozco ahora, desde esta perspectiva y no vengo de la gran ciudad, sino de un cercano pueblo llamado Aznalcóllar.