Precioso pueblo andaluz, recuerdo sus calles limpias las casas adoquinadas con balcones llenos de geranios, La Corredera del Castillo, y la torre de la iglesia, tambien sus habitantes muy atentos y sollcitos y una familia que conocimos en la Farmacia Algarin que vinieron siendo parientes de mi madre, el abuelo de ella y el abuelo de don Julio Algarin fueron hermanos. Lindos recuerdos de este hermoso pueblo español, lo llegue a amar sin conocerlo, solamente por las anecdotas de mi abuelo. Saludos a todos los coronileños.