Me encanta el Ronquillo. He visto varias personas que dicen que veranean alli, pero lo que es francamente precioso es el invierno, aunque haga mucho frio. A mis hijos les encanta ver la cigüeña de la ermita, "los animalitos", como llaman ellos a la reserva que hay a la salida del pueblo dirección al pantano y les hace hasta gracia la música del reloj del ayuntamiento. Se respira mucha paz y la gente es mas abierta y amable que en la ciudad, se vive la autentica esencia de los pueblos, que para unos auténticos urbanitas como nosotros es todo un lujo. De una forma egoista quiero que el resto de la gente no descubra esta maravilla, porque ojalá no cambie nunca. Enhorabuena por vuestro pueblo, que ahora empiezo a sentir un poco mío.