antonio el gato, lola del pepeillo, el
pueblo se queda sin gente, que pena, ya van quedando menos, y los que están miran a su alrededor y ven vacío, da pena ir al pueblo y saber lo que fué y lo que es, tristemente es así, poco remedio hay para que esto se recupere y dé un vuelco milagroso. De lo milagroso destaco a mi prima virtu que se hizo su
casa aquí y tiene dos niños, ojala alguien la siga y sigan aumentando el pueblo. Bueno mención especial a mi abuela Alejandra jimenez, que con sus noventa
... (ver texto completo)