Mis padres son de Las Cabezas de San Juan, aunque yo no resida en el pueblo. Conozco desde muy pequeño sus tradiciones y sus fiestas. También conozco las de Lebrija. No entiendo el por qué de estas rivalidades cofradieras de cuál es mejor que la otra. Las dos Semanas Santas (Las Cabezas y Lebrija), tienen un incalculable valor y son una impresionante muestra de fe cristiana, amén de sus imágenes tan valiosas y sus recorridos. Ya va siendo hora de olvidar estas discusiones entre los hermanos nazarenos. Soy un devoto del Cristo de la Veracruz de Las Cabezas, pero también disfruto viendo la Virgen del Castillo de Lebrija.