Me lo pusieron porque parece ser que durante esos años, no completos, acertaba cuando iba a
llover, e incluso los ganaderos y trabajadores del
campos que tenían la ocasión de hablar con migo al salir al mismo por las mañanas, se fiaban de si yo les decía que se llevaran la prenda para cubrirse de la
lluvia o no hacía falta que la tomaran. De ahí la
historia por mí contada en estas páginas de la famosa BORREGA, que si no la ha leído, le invito a que lo haga.
Le agradezco su intervención. Un saludo
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