LEBRIJA: Ole, ole, ole, y ole. No me queda otra cosa que decir,...

Ole, ole, ole, y ole. No me queda otra cosa que decir, porque este año el paso de estos zagales se ha movido por las calles de Lebrija bastante bien. Sólo quisiera felicitar a todos aquellos que lo han hecho posible y mi más sincera enorabuena a todos.

VIVAN LOS ZAGALES DE LA HUMILDAD.