Por fín, tú REINA DE LA VICTORIA ha llegado este día tan esperado por todos, pero la lástima que ya ha pasado y solo me queda el recuerdo de haberte visto, por las calles de Lebrija paseandote como pocas lo saben hacer. Espero que me sigas dando muchas fuerzas para poder comtamplarte muchos años más en tu recorrido procesional por las calles de Lebrija.
VIVA LA HERMANDAD DE LA HUMILDAD.
VIVA LA HERMANDAD DE LA HUMILDAD.