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Yo también soy corraleña de nacimiento.
Emigré con unos 11 añitos; ahora tengo 47 y todavia no puedo olvidar el pueblo en el que nací. Mis padres, como tantos otros, me trajeron a otro pueblo para darme una vida mejor y puedo decir que lo consiguieron pues dudo que hubiese estudiado una carrera como la que he podido hacer aquí; pero sigo añorando ese pueblo blanco, el sol, la sierra, el cielo azul,... mi abuelo esta enterrado en aquel cementerio blanco, que espero sigo siendo tan hermoso como la ultima vez que lo ví. Mi GRAN pena es no haber enterrado a su hijo, mi padre junto a él.
Supongo que esto es lo que debemos pagar, entre otras muchas cosas, el ser unos expatriados.
NO quiero cerrar este mensaje sin recordar a esa gran persona que me marcó para siempre y a la que como muchos corraleños llevo en mi corazón: Diamantino Garcia, el parroco de los jornaleros; como muchos corraleños tengo su foto colgada en la entrada de mi casa, en otro pueblo, en otro País... muy lejos de Los Corrales. El me dio, de manera muy diferente, mi primera Comunión... aunque ahora soy agnóstica, volveria a recibir de él, si estuviera aquí, la segunda Comunión. Con algunos hombres como él, me digo, quizás nunca hubiera dejado mi Andalucia; Tierra tan rica pero tan mal, mal repartida.
Un beso a todos los corraleños y a todos que, como yo se encuentren emigrados en cualquier parte del mundo.
Mariana.
Emigré con unos 11 añitos; ahora tengo 47 y todavia no puedo olvidar el pueblo en el que nací. Mis padres, como tantos otros, me trajeron a otro pueblo para darme una vida mejor y puedo decir que lo consiguieron pues dudo que hubiese estudiado una carrera como la que he podido hacer aquí; pero sigo añorando ese pueblo blanco, el sol, la sierra, el cielo azul,... mi abuelo esta enterrado en aquel cementerio blanco, que espero sigo siendo tan hermoso como la ultima vez que lo ví. Mi GRAN pena es no haber enterrado a su hijo, mi padre junto a él.
Supongo que esto es lo que debemos pagar, entre otras muchas cosas, el ser unos expatriados.
NO quiero cerrar este mensaje sin recordar a esa gran persona que me marcó para siempre y a la que como muchos corraleños llevo en mi corazón: Diamantino Garcia, el parroco de los jornaleros; como muchos corraleños tengo su foto colgada en la entrada de mi casa, en otro pueblo, en otro País... muy lejos de Los Corrales. El me dio, de manera muy diferente, mi primera Comunión... aunque ahora soy agnóstica, volveria a recibir de él, si estuviera aquí, la segunda Comunión. Con algunos hombres como él, me digo, quizás nunca hubiera dejado mi Andalucia; Tierra tan rica pero tan mal, mal repartida.
Un beso a todos los corraleños y a todos que, como yo se encuentren emigrados en cualquier parte del mundo.
Mariana.