¡Alerta! La revolución ha empezado en España…
…y los rebeldes no vienen en tanques de combate, ni con fusiles, ni bayonetas. Simplemente les basta con `ponerse al frente de unos pocos carros de comida expropiados ante la obligación de dar alimento a los más necesitados
La canalla que compone el inútil y estéril aparato político, gobernante y “oposición”, ya está dando muestras de nerviosismo. Peleles que temen a la fuerza del escenario de la calle encolerizada. Su carencia de empatía social, al tiempo que su debilidad e inconsistencia, falta de inteligencia en suma, queda al descubierto cuando algunos precipitadamente han abierto la boca demasiado. Más de uno se va a tragar la lengua. Estúpidos.
Las poderosas fuerzas naturales no se pueden contener. Y en estas latitudes soplan vientos del sur. Ya se advirtió que “quizá los que maquinan en la sombra es posible que empiecen a asustarse cuando las masas hambrientas e incontroladas e incontrolables se tiren a los espacios públicos” (mayo / 2012).
La gente inculta e insensata es incapaz de asimilar las lecciones de la historia. Es sumamente malo, peligroso, crear y fomentar situaciones de carencia extrema. El punto de ebullición de las personas ineludiblemente se tiene que disparar cuando se traspasan ciertos límites, que impiden la satisfacer necesidades básicas. Desconocer tal elemental principio demuestra una total incompetencia de aquellos que se pone al frente de la cosa pública. Una absoluta insensibilidad social, absolutamente también incapaz de conectar y comprender el profundo e intenso malestar del Pueblo.
No se puede desconocer gestos como estos, y otros que sucederán en las próximas fechas. Un efecto dominó.
En tanto por la “milla de oro” de la capital del reino caminan dos momias de cara apergaminada. Compañeras con no se que ministra en un colegio para “niños-burbuja”. No se fueran a contaminar con la vulgaridad de “los otros”. En esto una dice: oye Pachuqui, ¿es cierto que hay hambre en España? Y la otra, muy indignada, responde: no digas tonterías. Eso es cosa de unos revoltosos, y ese alcalde de pueblo que esta loco.
© José Claudio Rodríguez / 10, agosto, 2012
…y los rebeldes no vienen en tanques de combate, ni con fusiles, ni bayonetas. Simplemente les basta con `ponerse al frente de unos pocos carros de comida expropiados ante la obligación de dar alimento a los más necesitados
La canalla que compone el inútil y estéril aparato político, gobernante y “oposición”, ya está dando muestras de nerviosismo. Peleles que temen a la fuerza del escenario de la calle encolerizada. Su carencia de empatía social, al tiempo que su debilidad e inconsistencia, falta de inteligencia en suma, queda al descubierto cuando algunos precipitadamente han abierto la boca demasiado. Más de uno se va a tragar la lengua. Estúpidos.
Las poderosas fuerzas naturales no se pueden contener. Y en estas latitudes soplan vientos del sur. Ya se advirtió que “quizá los que maquinan en la sombra es posible que empiecen a asustarse cuando las masas hambrientas e incontroladas e incontrolables se tiren a los espacios públicos” (mayo / 2012).
La gente inculta e insensata es incapaz de asimilar las lecciones de la historia. Es sumamente malo, peligroso, crear y fomentar situaciones de carencia extrema. El punto de ebullición de las personas ineludiblemente se tiene que disparar cuando se traspasan ciertos límites, que impiden la satisfacer necesidades básicas. Desconocer tal elemental principio demuestra una total incompetencia de aquellos que se pone al frente de la cosa pública. Una absoluta insensibilidad social, absolutamente también incapaz de conectar y comprender el profundo e intenso malestar del Pueblo.
No se puede desconocer gestos como estos, y otros que sucederán en las próximas fechas. Un efecto dominó.
En tanto por la “milla de oro” de la capital del reino caminan dos momias de cara apergaminada. Compañeras con no se que ministra en un colegio para “niños-burbuja”. No se fueran a contaminar con la vulgaridad de “los otros”. En esto una dice: oye Pachuqui, ¿es cierto que hay hambre en España? Y la otra, muy indignada, responde: no digas tonterías. Eso es cosa de unos revoltosos, y ese alcalde de pueblo que esta loco.
© José Claudio Rodríguez / 10, agosto, 2012