Durante los primeros siglos de la edad Media, Morón, al igual que la mayor parte del territorio ibérico, estuvo en manos del
pueblo visigodo. Durante la dominación germánica se edificó en la localidad una basílica paleocristiana, una de las más antiguas de
Andalucía; del templo se conservan los cimientos en la falda del
castillo junto a la
iglesia de
San Miguel. A principios del siglo viii, los musulmanes aprovecharon las disputas internas de los visigodos para llevar a cabo la conquista de la península. En una fase temprana de la ocupación, los bereberes se extienden por la Baja Andalucía, ocupando los antiguos núcleos de la zona.