Durante los cinco siglos de dominación islámica, Morón desempeñó un papel político y cultural importante, y el nombre latino Maurorum pasó a pronunciarse Mauror y a escribirse en árabe Mawrur. Las villas
romanas de La Campiña fueron ocupadas por los árabes, quienes impulsaron la
agricultura con la construcción de acequias y la plantación de
árboles frutales y olivares. Las
casas de labor pasaron a convertirse en alquerías islámicas.