El planteamiento general del
edificio se debe principalmente a tres maestros sucesivos, responsables de sus respectivos tramos. Así, el primero de ellos, Antón Ruiz, maestro todavía de conceptos goticistas, realiza el primer tramo de la nave central y las laterales, cuyo trabajo se aprecia por las
bóvedas de crucería simple y con terceletes. A partir de 1526 queda documentada en Morón la presencia de Diego de Riaño en las obras de la
iglesia del
castillo y como arquitecto de todas las obras del conde de Ureña, antes de ser nombrado Maestro Mayor de la
Catedral y del
Ayuntamiento sevillano.