PALMAR DE TROYA: Cupula clerical corrupta Por: Hernán...

Cupula clerical corrupta









Por: Hernán Muñoz te. - 24 de Febrero de 2006


El arzobispo de Guayaquil Monseñor Arregui ha manifestado que si algún juez ordena la detención de alguien de la cúpula eclesiástica, esto sería la desintegración de la Patria.

Una fiscal, conocedora profunda del tema y con antecedentes de incorruptibilidad, decide detener el asalto clerical y luego de una cadena de delitos dicta una instrucción fiscal.

El ex presidente Borja, autocalificado de no creyente y acusado de ateo, contribuyó a la corrupción clerical y para adularlos les permitió asaltar la deuda externa. La cúpula clerical adquiría deuda externa en el exterior a menos del 10% y el Banco Central les entregaban miles de millones de sucres al valor constante en los títulos. Ganaban 900% en la operación a costa de los impuestos que nos extraen a los ecuatorianos para pagar la deuda externa.

La crisis bancaria les bloqueó aparentemente el negocito y empezaron con delitos mayores.



La financiera principal, el cementerio Monteolivo, falsificaciones en el Inda, testaferrismo, protección y ocultamiento del cura Flores, acciones en bancos y financieras que no concluyen simplemente con comprar CDR baratos, sino que se oculta que fue tan descabellada la impudicia que obtuvieron de un fanático católico, el ex presidente Noboa, que CDR que valían menos del 20% se les entregaran, en perjuicio de los estafados ahorristas del sistema bancario, el valor nominal de estos documentos, con un 800% de utilidad.

Más aún, durante el mandato del mismo ex presidente, con el pretexto de instalar un canal de televisión pastoral, se le transfirieron SiTV e impúdicamente los miembros de la cúpula católica revenden a los pocos meses con “utilidades increíbles”.

El Código de Comercio prohíbe a las comunidades religiosas hacer operaciones mercantiles, pero de poco les vale: operan con empresas fantasmas desde el exterio, lo que les permite violar la ley.

Todos estos delitos e inmoralidades no comprometen a la verdadera comunidad católica, sino a sus cúpulas corruptas. No se acabará la Patria, cuando todos ellos, si existiría justicia, paren en la cárcel.

Hay que releer “Mercurial Eclesiástico” de Juan Montalvo, interpretar las autocríticas de monseñor González Suárez y ver que estos, junto a Alfaro, fueron los únicos que trascendieron en la historia y regeneraron la Iglesia católica, que es lo que todos los creyentes deberíamos buscar.