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PALMAR DE TROYA: El objetivo de la visita de SOAW es pedir a los gobiernos...

El objetivo de la visita de SOAW es pedir a los gobiernos de estos países no enviar más militares a la ex Escuela de las Américas, ahora denominada Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (Whinsec, en inglés), en el marco de la campaña global por el cierre de la Escuela de las Américas, cualquiera que sea su nombre, ubicada en Fort Benning, Georgia, USA.
En el Ecuador SOAW ha solicitado audiencias con el Canciller de la República Dr. Francisco Carrión; con el Ministro de Defensa Nacional Gral. Oswaldo Jarrín y el Presidente del Congreso Nacional Dr. Wilfrido Lucero.
Investigaciones realizadas por SOAW demostraron que en la Escuela de las Américas se impartía instrucción cada año a miles de oficiales, suboficiales y soldados latinoamericanos.
Una vez graduados, esos uniformados regresaban a sus países y perpetraban crímenes contra la población aplicando técnicas violentas que configuraron un escenario de dictaduras represivas y sangrientas en la región en las últimas décadas.

Foto: Artistas e intelectuales de EEUU ante la ’Escuela’ pidiendo su cierre
En 1996 el Pentágono se vio obligado a sacar a la luz los manuales de entrenamiento que eran utilizados por la Escuela de las Américas. Dichos manuales abogaban por el uso de la tortura, la extorsión y la ejecución. El New York Times denunció «América puede ahora leer por sí misma algunas de las tremendas lecciones que el Ejército de los Estados Unidos impartió a miles de latinoamericanos.»
Alumnos de la Escuela de las Américas fueron responsables de asesinatos como del Arzobispo Romero, líderes sindicales, las 4 religiosas norteamericanas en El Salvador y masacres como la de los Jesuitas y El Mozote en Guatemala.
La delegación de SOAW está conformada por su fundador Roy Bourgeois, un veterano de la guerra de Vietnam que abandonó la marina estadounidense para ordenarse sacerdote en la comunidad religiosa estadounidense Maryknoll. Le acompañan Lisa Sullivan y Carlos Mauricio de la misma organización. En su anterior gira por Venezuela, Bolivia, Uruguay y Argentina, obtuvieron importantes resultados. Los Mandatarios y Ministros de Defensa comprometieron el retiro progresivo de sus militares de la Escuela de las Américas.
Desde la década del 50 el Ecuador ha enviado militares, policías y últimamente civiles a la Escuela de las Américas. Del 2001 al 2005 han viajado un total de 182 estudiantes a Fort Benning. Las temáticas del adiestramiento van desde contrainsurgencia, operaciones psicológicas, francotiradores, guerra irregular y operaciones de interceptación de información, entre otras. Sin embargo, estos conocimientos no sólo se aplican a la seguridad interna o externa, por el papel que tienen las Fuerzas Armadas ecuatorianas inciden en otros ámbitos públicos donde están presentes, Petroecuador, Conartel, el Consejo Nacional de Electrificación, etc.
Además es preocupante que este tipo de adiestramientos se utilicen contra la población civil, ya que efectivos militares actúan, por decreto de estado de emergencia, en las provincias amazónicas del país. Los uniformados también han sido desplazados a detener movilizaciones como la indígena en marzo del 2006 frente al TLC, en toda la sierra norte y central del Ecuador. Se cuentan decenas de heridos en estas operaciones.
A lo largo de toda la frontera norte se encuentran desplazados aproximadamente 7.000 militares para vigilar la zona, especialmente vulnerable por el Plan Colombia, esto significa un involucramiento indirecto en el conflicto colombiano, lo que nos obliga a gastar como país ingentes recursos económicos.
La Escuela de las Américas a través de su adiestramiento, tiene la finalidad de mantener a los militares diferentes instancias de poder. Bajo el discurso de fortalecer e implantar la democracia en el planeta, el gobierno de los Estados Unidos a través de la Escuela de las Américas, entre otras vías, difunde una cultura belicista amenazando así la paz y los derechos humanos.
Los soldados de los países extranjeros adiestrados en la escuela de Fort Benning una vez en sus países se convierten en la fuerza de la política exterior estadounidense, que protegen los intereses económicos de Estados Unidos en esos países.
América Latina no está libre de esta amenaza. La mayoría de los efectivos entrenados en Fort Benning proceden de Colombia que es el tercer mayor receptor de ayuda militar.