ROMA, DIVIDIDA ENTRE FAMILIA Y LAICOS
ROMA, 12 (ANSA) - Roma fue escenario hoy de dos diversas manifestaciones, una promovida por asociaciones católicas en favor de la familia tradicional y en contra del proyecto de ley que reconoce derechos a las parejas de hecho, incluidas las homosexuales, y otra en defensa del laicismo en Italia.
En la primera, que se desarrolló en la plaza de San Juan de Letrán, se congregaron varios centenares de miles de personas -un millón, según los organizadores- que pidieron una nueva políticas de ayuda a la familia tradicional.
La concentración, bautizada como "Family Day" (Día de la Familia), fue promovida por diversas asociaciones católicas y contó con el apoyo de las jerarquías eclesiásticas así como de la derecha italiana.
Miles de autobuses y ocho trenes chárter llegaron a la capital desde distintas partes de Italia, luego de que en los últimos días se distribuyeron más de 30 millones de volantes instando a la gente a participar en la manifestación.
En el palco de San Juan, la plaza "histórica" de la izquierda italiana, se alternaron intervenciones de dirigentes de asociaciones católicas con entrevistas a familias y canciones.
Bajo un resplandeciente sol, la multitud agitaba globos y pancartas con imágenes de la sagrada familia -el niño Jesús con María y José-, mientras los niños pintaban en algunos gazebos colocados para la ocasión o se entretenían con payasos, artistas que caminaban con zancos y acróbatas.
Los organizadores, que en la víspera habían previsto una afluencia de 100.000 personas, reconocieron que la participación "fue más allá de las más optimistas previsiones", como dijo Savino Pezzotta, uno de los voceros de la organización.
Entre los participantes al "Family Day" figuraban numerosos políticos de derecha, como el líder derechista Gianfranco Fini, el democristiano Pierferdinando Casini, y el ex premier conservador Silvio Berlusconi, quien afirmó que "los católicos verdaderos no pueden estar en la izquierda".
ROMA, 12 (ANSA) - Roma fue escenario hoy de dos diversas manifestaciones, una promovida por asociaciones católicas en favor de la familia tradicional y en contra del proyecto de ley que reconoce derechos a las parejas de hecho, incluidas las homosexuales, y otra en defensa del laicismo en Italia.
En la primera, que se desarrolló en la plaza de San Juan de Letrán, se congregaron varios centenares de miles de personas -un millón, según los organizadores- que pidieron una nueva políticas de ayuda a la familia tradicional.
La concentración, bautizada como "Family Day" (Día de la Familia), fue promovida por diversas asociaciones católicas y contó con el apoyo de las jerarquías eclesiásticas así como de la derecha italiana.
Miles de autobuses y ocho trenes chárter llegaron a la capital desde distintas partes de Italia, luego de que en los últimos días se distribuyeron más de 30 millones de volantes instando a la gente a participar en la manifestación.
En el palco de San Juan, la plaza "histórica" de la izquierda italiana, se alternaron intervenciones de dirigentes de asociaciones católicas con entrevistas a familias y canciones.
Bajo un resplandeciente sol, la multitud agitaba globos y pancartas con imágenes de la sagrada familia -el niño Jesús con María y José-, mientras los niños pintaban en algunos gazebos colocados para la ocasión o se entretenían con payasos, artistas que caminaban con zancos y acróbatas.
Los organizadores, que en la víspera habían previsto una afluencia de 100.000 personas, reconocieron que la participación "fue más allá de las más optimistas previsiones", como dijo Savino Pezzotta, uno de los voceros de la organización.
Entre los participantes al "Family Day" figuraban numerosos políticos de derecha, como el líder derechista Gianfranco Fini, el democristiano Pierferdinando Casini, y el ex premier conservador Silvio Berlusconi, quien afirmó que "los católicos verdaderos no pueden estar en la izquierda".