PALMAR DE TROYA: QUIERO ILUSTRAR A ESTOS IGNORANTES PONIENDOLES A DISCUSION.-...

QUIERO ILUSTRAR A ESTOS IGNORANTES PONIENDOLES A DISCUSION.-

Al no ser mi campo de competencia o dedicación ni los ámbitos sociológicos, ni las ciencias políticas, ni los estudios históricos, ni los principios reguladores de la moral social, presupongo todo lo relacionado con estas temáticas (como cuestiones ya tratadas en anteriores reuniones de seminario) y adopto la perspectiva más propia de la teología sistemática, campo que corresponde más a mi dedicación habitual
- en esta perspectiva, se da un cierto desplazamiento respecto al título que aparece en el programa: más que hablar de “religión” en general (con pretensiones de validez para todas las religiones históricas) yo me refiero aquí al “cristianismo” (única religión que conozco más cerca en su propia autocomprensión)
- pero el acento tampoco recaerá directamente en los aspectos históricos, culturales, sociales o políticos de una determinada configuración histórica del cristianismo (catolicismo), e.de., sobre éste en cuanto “religión”, sino más bien sobre las implicaciones del discurso teo-lógico en torno a lo que constituye su centro nuclear: el Dios revelado en Jesucristo.
- e.de., teniendo en cuenta el interés por favorecer la “convivencia” e impedir el riesgo de que los distintos nacionalismos se conviertan en una religión de “sustitución”, el hilo conductor gira en torno a la pregunta de la “lógica” inherente a afirmaciones centrales de la fe cristiana sobre el Dios Uno (único) y Trino: a) para lo primero, comentaremos la conocida tesis sobre “el monoteísmo como problema político” (Peterson), preguntándonos si el monoteísmo lleva a la imposición de unificaciones totalitarias y si la intransigencia, la intolerancia y el fanatismo tendrían en último término una matriz religiosa monoteísta, b) para lo segundo, recordaremos los desarrollos de una teología que retiene “la Trinidad como nuestro programa social” (Fedorov), preguntándonos si el monoteísmo trinitario constituye una comprensión de Dios que encierra un potencial de ayuda para respetar la diversidad, favorecer la tolerancia y alentar la convivencia pacífica.
- en este planteamiento, conviene recordar la evolución de la idea de
Tolerancia en la tradición cristiana, pues sus variaciones estimativas van
Unidas a la situación en que se ha hallado el cristianismo (religión
Perseguida, marginal, predominante o única) y a la valoración de la
Tolerancia como una postura de debilidad, como una necesidad impuesta
Por la realidad social, como condescendencia magnánima o como
Reconocimiento de la libertad en cuanto derecho humano inalienable. Esto último es lo que hace el decreto del concilio Vaticano II sobre la libertad.- Por otro lado finalmente, La Constitución Política del Estado ecuatoriano exige imperativamente la Libertad de Culto en caso contrario al impedimento de cualquier forma se encuentra sancionada en el Código Penal sea autoridad civil, política civil, militar o eclesiástica con hasta dos años de prisión.
Dignitatis humanae" (DH), que marca un momento culminante en
La postura del magisterio eclesial. En este documento se integra el motivo de la tolerancia de manera tan consecuente en el concepto de libertad que en el Ecuador y otros países no se respeta. Han renunciado por decisión personal, creyendose los mismos que en milenios se creyeron tomar control del mundo con cuentos y engaños a una mención explícita del término "tolerancia". Para el cristianismo, el camino recorrido era enorme. La cuestión decisiva es la libertad religiosa como un valor positivo, fundamentado en la dignidad de la persona y en la esencia del acto religioso. Lo que de verdad se desea no es
Ser tolerado (soportado), sino ser reconocido en la propia diversidad. La
"tolerancia desde arriba" se transforma en un "derecho desde abajo"
(Seckler).- TOMADO Y REDACTADO POR LA IGLESIA ECUMENICA DEL ECUADOR al no ser mi campo de competencia o dedicación ni los ámbitos sociológicos,
Ni las ciencias políticas, ni los estudios históricos, ni los principios
Reguladores de la moral social, presupongo todo lo relacionado con estas
Temáticas (como cuestiones ya tratadas en anteriores reuniones de
Seminario) y adopto la perspectiva más propia de la teología sistemática,
Campo que corresponde más a mi dedicación habitual
- en esta perspectiva, se da un cierto desplazamiento respecto al título que
Aparece en el programa: más que hablar de “religión” en general (con
Pretensiones de validez para todas las religiones históricas) yo me refiero
Aquí al “cristianismo” (única religión que conozco más cerca en su propia
Autocomprensión)
- pero el acento tampoco recaerá directamente en los aspectos históricos,
Culturales, sociales o políticos de una determinada configuración histórica
Del cristianismo (catolicismo), e.de., sobre éste en cuanto “religión”, sino
Más bien sobre las implicaciones del discurso teo-lógico en torno a lo que
Constituye su centro nuclear: el Dios revelado en Jesucristo.
- e.de., teniendo en cuenta el interés por favorecer la “convivencia” e impedir
El riesgo de que los distintos nacionalismos se conviertan en una religión de
“sustitución”, el hilo conductor gira en torno a la pregunta de la “lógica”
Inherente a afirmaciones centrales de la fe cristiana sobre el Dios Uno
(único) y Trino: a) para lo primero, comentaremos la conocida tesis sobre
“el monoteísmo como problema político” (Peterson), preguntándonos si el
Monoteísmo lleva a la imposición de unificaciones totalitarias y si la
Intransigencia, la intolerancia y el fanatismo tendrían en último término una
Matriz religiosa monoteísta, b) para lo segundo, recordaremos los
Desarrollos de una teología que retiene “la Trinidad como nuestro programa
Social” (Fedorov), preguntándonos si el monoteísmo trinitario constituye
Una comprensión de Dios que encierra un potencial de ayuda para respetar
La diversidad, favorecer la tolerancia y alentar la convivencia pacífica.
- en este planteamiento, conviene recordar la evolución de la idea de
Tolerancia en la tradición cristiana, pues sus variaciones estimativas van
Unidas a la situación en que se ha hallado el cristianismo (religión
Perseguida, marginal, predominante o única) y a la valoración de la
Tolerancia como una postura de debilidad, como una necesidad impuesta
Por la realidad social, como condescendencia magnánima o como
Reconocimiento de la libertad en cuanto derecho humano inalienable. Esto
Último es lo que hace el decreto del concilio Vaticano II sobre la libertad
Religiosa "Dignitatis humanae" (DH), que marca un momento culminante en
La postura del magisterio eclesial. En este documento se integra el motivo
De la tolerancia de manera tan consecuente en el concepto de libertad
Religiosa que se creyó poder renunciar a una mención explícita del término
"tolerancia". El camino recorrido era enorme. La cuestión decisiva es la
Libertad religiosa como un valor positivo, fundamentado en la dignidad de la
Persona y en la esencia del acto religioso. Lo que de verdad se desea no es
Ser tolerado (soportado), sino ser reconocido en la propia diverdidad. La
"tolerancia desde arriba" se transforma en un "derecho desde abajo"
(Seckler).