PALMAR DE TROYA: Apreciados Hermanos de Colombia: Existe una persona...

Apreciados Hermanos de Colombia: Existe una persona muy egoista y envidiosa y reside en Medellín. La Iglesia Anglicana tradicional de Colombia en cabeza del Reverendo Guillermo Antonio Pacheco Bornacelli y Leonardo Marin Saavedra, autorizaron su entrada a la Iglesia Anglicana en America y le permitieron portar un carnet de religioso. En una oportunidad este personaje de pacotilla le solicitó al entonces Presbítero Leonardo Marin Saavedra que le mostrara el Acta de Consagración como Presbítero. El Reverendo Pacheco Bornacelli, le dijo al Reverendo Marin Saavedra, que ni por las fundas le fuera a mostrar nada a semejante pazquin de radio. Se trata nada menos y nada que del caleño colombiano de mala cuna: RODRIGO MONTOYA BEDOYA. Pues bien es él quien escribe en contra del misionero Marin-saavedra en esta web site. Ojalá tuviera la chispa evangelizadora que tiene Marin Saavedra. No le da ni por los tobillos y para la muestra un botón. Tuvo que adoptar un niño de otra familia y de otra raza y color, porque ni para eso lo dejó el Señor Todopoderoso. Hermano Rodrigo Montoya Bedoya, nosotros sabemos que usted quiso destruir el trabajo y la misión de Marin Saavedra, pero basta ya de tanto resentimiento y trabaje y deje trabajar. Es muy positivo que usted se una al grupo que lidera el otro envidioso antioqueño de baratija: Jairo Gonzalez Montoya. Usted y él harían una pareja perfecta. Eso si le recomiendo que no se vaya a enamorar del negrito de Urabá. Cuando quiera tener la sabiduría de Marin Saavedra o de otro pídasela a Dios. Le recomiendo ir a l embajada de Estados Unidos en Bogotá y a la de Canadá y allí encontrará toda la documentación de Leonardo marin Saavedra. Si quieremas pruebas vaya y hable con el doctor Juan marin Saavedra. Hermano del misionero y él tiene 10 fotalbún de su hermano el famoso Leonardo Marin Saavedra. Si usted está aterrado del nombre de marin saavedra, que tal que conociera los escritos de él. Ojo deje la envidia. Usted se muere de envidia cada minuto. Por favor deje pasar el cancer que hay en usted para que no sufra tanto y se muera con medicina. La envidia no tiene fórmula médica. Usted es mas flojo que el negro de Sabanalarga, el tal Jesus Castro Peña. Trabaje y deje trabajar y dígale a su señora madre que problemas tuvo antes de usted nacer y corrija el impase.