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PARADAS: "Un pueblo que desconoce su pasado no puede entender...

"Un pueblo que desconoce su pasado no puede entender su presente".

Esta máxima tan elocuente parece ser desconocida o, mejor aún, obviada por buena parte de la corporación paradeña, en especial por el responsable de urbanismo y la concejalía de cultura. Así lo pienso a tenor de la desidia patrimonial absoluta que planea desde el consistorio paradeño. Si no, no entiendo el derribo sistemático de inmuebles patrimoniales que se viene produciendo en mi localidad al calor de un mal entendido "desarrollismo", que no esconde sino un involucionismo cultural de primer orden. Desde hace unos años son numerosas las casas de interés histórico, etnográfico o artístico -en cualquier caso testimoniales de un modo de vivir y de ser tradicional- que han sido carne de piqueta e incomprensión.
Se trata de viviendas unifamiliares de finales del S. XVIII, S. XIX y primera mitad del S. XX, de carácter popular, que significan la asimilación que sucesivas generaciones de maestros de obras locales hicieron de las corrientes arquitectónicas en boga, desde el neoclasicismo al regionalismo, pasando por el regionalismo.

Pues bien, de estas viviendas, que desde hace años tengo la costumbre de retratar, no hay un mal inventario o archivo gráfico en el Ayuntamiento municipal que las perpetúe para futuras investigaciones. De manera, que tras su derribo nada queda salvo el recuerdo de lo que fueron. En su lugar, fachadas insolentes, ínfimos calcos, arquitecturas obsoletas sin arte ni encanto lucen su mediocridad en un viario cada vez más maltrecho y exhausto, el de PARADAS.

Supongo que autorizar derribos y nuevos proyectos de obras engrosa las cuentas del consistorio (algo muy loable si tales fondos se invierten en nuevas infraestructuras urbanas y servicios para la sociedad), pero como contrapartida estamos construyendo un pueblo tan aséptico y despersonalizado como las barriadas periféricas de cualquier gran ciudad del mundo, sin referencias al pasado, a nuestra identidad, a nuestro modo de vivir, ser y entender la vida.

Es tarea primordial y necesaria PRESERVAR nuestra memoria, nuestra historia, nuestra fisonomía urbanística y arquitectónica para legar a nuestros descendientes todo nuestro bagaje cultural e histórico sobre el que crecer, desarrollarse y alcanzar un verdadero diálogo con sus raíces y su idiosincrasia.