
Los restos arqueológicos y sepulturas paleocristianas encontrados en el término municipal demuestran que el poblamiento pertenece a ese período.
Durante la dominación
romana, el municipio perteneció al
Convento Jurídico Hispalense, aunque la formación definitiva del actual enclave urbano se define en la época árabe, en torno a una “Qubba” almohade que se conserva en la actualidad dentro de la
Ermita de Belén.
En época árabe fue lugar de machares o alquerías pequeñas, la más importante de las cuales es la denominada alquería de Robaína. Los tejares que existieron junto al próximo arroyo de Alcarayón fueron la causa del nacimiento del actual enclave urbano que no adquirió importancia hasta el siglo XV.
Pilas es el topónimo con el que se designa al lugar en el Libro de Repartimiento de
Sevilla, Alfonso X cambió su nombre por el de
Torre del Rey, aunque en otros documentos del siglo XIII aparece como Tor. Su situación estratégica como lugar de paso hacia Mures (Villamanrique), Omnius (
Hinojos) y
Aznalcázar, hizo que se construyeran
abrevaderos o pilas para el
ganado, que en recuerdo figuran en su
escudo municipal. La importancia de su
ganadería en el siglo XV hizo que el rey Juan II de Castilla concediese terreno de pasto a Pilas en la Dehesa Boyal, término de Aznalcázar.
En 1248, Alfonso X cambia de nombre a la aldea que “en tiempos de moros llamó Pilias y a la que yo puse Torre del Rey”, aunque en otros documentos del siglo XIII aparece como “Tor”. Debido a su emplazamiento geográfico y a sus recursos agrícolas, Pilas, en los siglos posteriores a la Reconquista, va incrementando cada vez más su población iniciando así su repoblación con la llegada de los colonos – aquellas personas del resto de la península que llegan con el reparto de tierras, muy fraccionada y de desigual tamaño – y los pobladores de alquerías cercanas, que van engrosando lentamente la aldea. Así, puede considerarse que el núcleo sólido de población se formaliza en el siglo XV.
En 1435, Juan II cede la Dehesa de la Marisma Boyal en término de Aznalcázar, dado el incremento de ganado manifestando el progreso agropecuario del Consejo Local en esta época.
Durante los siglos XVI al XVIII, Pilas estuvo bajo la tutela jurídico-administrativa de la Orden de Santiago. De esos siglos se conservan dos
torreones de almazara o
molinos de aceite, símbolos de la industrialización de Pilas en ese momento. Además del aceite y las tejas surge la iniciativa empresarial del jabón, saliendo de las Almondas de Pilas la primera partida de este producto con destino a las Indias (América) en 1502. Así consta en la expedición de esta partida que se conserva en la
Casa de Pilatos de Sevilla, documento que pertenece al Marquesado de Tarifa y que, además, describe algunos aspectos del
pueblo, compuesto en ese momento por tres
calles y veinte vecinos.
En 1822 se tramita el expediente de reparto de tierras comunales, que tras revueltas campesinas pileñas lograron en 1839 suertes pequeñas acomodadas a la subsistencia de una
familia y a precios moderados repartidas entre vecinos pobres.
PILAS: v. con ayunt. en la prov., dióc., aud. terr. y c. g. de Sevilla (6 leg.), part. jud. de
Sanlúcar la Mayor (3): SIT. en el confín occidental de la prov., lindando con la de
Huelva en la ladera de un cerro circundada de
olivares y
huertas, con CLIMA sano, padeciéndose más comunmente tercianas y tabardillos, debidos estos al excesivo calor del estío y aquellas al uso de
frutas sin sazón. Tiene 516
CASAS; 21 calles; 4
plazas; una
fuente abundante a dos tiros de bala al N. de la pobl.; casa consistorial bastante capaz; cárcel estrechísima; pósito con fondo de 5,110 fan. de trigo y 32,311 rs. en dinero, hallándose en deudas 4,917 fan. de grano y 20,879 rs.; igl. parr. (Sta. Maria la Mayor), curato de primer ascenso servido por el párroco, un beneficiado y un presbítero; una ermita (Ntra. Sra. de Belén) en la
plaza, otra en el desp. de Robaina y las dos rurales nombradas de Espechilla y Lerena; un
cementerio contiguo a la igl. sobre el
camino de Villamanrique;
escuela de niños dotada con 2,000 rs. de los fondos de propios, y dos de niñas retribuidas por estas. Confina el TERM. N. con los de
Carrión de los Céspedes y v. despoblada de Alcalá de la Alameda o Juana de Horta (ambos de la prov. de Huelva); E. con el de Aznalcazar; S. el de Villamanrique, y O. con el de Hinojos (este último de Huelva); se extiende de N. a S. 3/4 leg., y de E. a O. 4: comprende la v. desp. de Robaina, el también desp. de Pilillas 4/2 leg. al S., y una venta junto a la alcantarilla del arroyo Álcarayon en el camino de Sevilla. El TERRENO se divide en secano y de riego, y tiene viñas, olivares, frutales, encinas, alcornoques,
pinos, álamos, mimbres, pastos y matorrales, siendo el arbolado que más abunda el
olivo. Corren por la jurisd. los arroyos del Álcarayon y Mares; el 1.° la separa de las de Aznalcazar y
Huevar naciendo en la de
Manzanilla; el 2.° tiene su origen en el
campo de
la Palma, divide el de Hinojos del de Pilas, y lleva sus
aguas a la marisma gallega, mientras el Álcarayon desemboca en el r. Guallamar o de Sanlúcar. Los
CAMINOS son locales para ruedas; y la CORRESPONDENCIA se recibe por
Castilleja del Campo, de la cab. del part., tres veces a la semana, PROD.: aceite de superior calidad que es la principal, trigo, cebada, vino, frutas,
hortalizas y bellota; se cría ganado de todas clases, especialmente
vacuno, que pasta en la deh. de la marisma, que aunque está en el término de Aznalcazar, corresponde a Pilas, por cesión que le hizo el rey D. Juan II el año 1434. IND.: la agrícola; 2 molinos harineros, uno en cada arroyo de los expresados; 7 de aceite; 12 tahonas; 4 lagares; o fáb. de aguardiente, y 2 de teja y ladrillo, PORL. oficial: 567 vec., 2,373 alm.; otros datos le dan 700 vec., 2,982 alm. CAP. PROD.: para contr. directas 5.622,900 rs., producto 468,687; para indirectas 40.444,700 rs., producto 4.243,254. CONTR.: 61,649 rs.
Según
tradición, es natural de esta v. el célebre pintor Bartolomé Esteban Murillo.
* Diccionario geográfico – estadístico - histórico de
España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1847.