
Los primeros datos se remontan a la edad del cobre y el bronce final, como demuestran los restos arqueológicos hallados. Más tarde existió un poblamiento turdetano como señalan sus nombres: HESPERI ARAE y LUCIFER FANUM, cambiados por los de SOUS y SOLIS LUCOS y más tarde por SOLUCAR, en tiempos de los
romanos, existiendo entonces un templo dedicado al culto del sol.
Los árabes llamaron al
pueblo Albayda la Blanca y Alpechin, por los residuos que arrojaban las prensas de aceite de la zona. Fue en esta época cuando el pueblo alcanzó su mayor esplendor.
En 1251 fue conquistada por Fernando Gutiérrez, pasando a formar parte de
Sevilla.
En 1635 Felipe IV la hizo Cabeza del Ducado, concediéndose al CondeDuque de
Olivares la propiedad en 1639.