El sentimiento de un buen rociero no está en cantar sevillanas o en poner bonita la carriola. El buen rociero lo es todo el año. Un buen rociero ayuda a su hermandad, asiste a los cultos y apoya a su Hermandad.
Poco a poco la Hermandad del Rocio de
Sanlúcar la Mayor está cambiando, gracias a las Juntas de Gobiernos últimas.