Alfonso VII de León (1.105-1.157) nació prácticamente en medio de polémicas hereditarias. Su padre, Raimundo de Borgoña, falleció cuando el infante tenía tan solo dos años y, con cinco, contempló como su madre, Urraca I, se casaba con Alfonso I el Batallador. Los novios habían acordado previamente que su sucesor fuera el futuro hijo que tuviesen, lo que eliminaba al pequeño Alfonso de la sucesión. Sin embargo, una parte importante de la nobleza y el clero no estuvo de acuerdo con este pacto, llegando...