El
Puente del Alamillo, de Santiago Calatrava, se inauguró en 1992, con motivo de la Expo '92. Este puente no tiene tirantes de retenida, ejerciendo de contrapeso a doscientos metros de puente y gracias a trece largos cables, un solo pilar. Une
Sevilla con el
parque del mismo nombre, con el recinto de la Expo y es salida hacia la
carretera a
Badajoz, a
Huelva y a
Portugal por la ronda de circunvalación que también se hizo en aquella época, la SE-30.