Dejemonos de utopías con respecto a nuestros hijos, dediquemonos a educarlos y a darles una educación real .Seamos consecuentes con nuestras responsabilidades. Es muy fácil decir luego que nuestro hijo es un santo, y a exigir responsabilidades a los poderes públicos. Los primeros nosotros. A nosotros debería exigirsenos mucho mas, pero.es muy fácil criticar, y cargar el peso a el profesor o al policía. Concretamente con este último caso, deseo seamos consecuentes con lo que hacemos y decimos porque ... (ver texto completo)