¿HASTA CUANDO EL VETO A LOS MILITARES?
Leo, que la Unión Nacional de Jefes y Directivos de Policía (Unijepol), rechaza radicalmente, el acuerdo entre el Ministerio de Defensa y algunos alcaldes, entre ellos la de Córdoba, deª. Rosa Aguilar, para que un 20% de las plazas ofertadas para la Policía Local, se reserve a los Soldados que opositen a ellas, después de un mínimo de tres años en el Ejército. Critica esta medida, como una concepción decimonónica de la Policía. Diciendo que se hace un “¿flaco favor?” a las comunidades locales, y que el trabajo más propio para ofrecer a los militares, sería servicios como “Protección Civil, Cruz Roja, o alguna O.no.G”. Siempre he visto más paralelismo, en las funciones realizadas por los militares y las fuerzas de orden público, que la de los militares y las organizaciones ya mencionadas. Me parece fuera de lugar dichas declaraciones, ya que de este modo, menosprecian los conocimientos de unos soldados, que con la antigüedad y experiencia, tanto en el manejo de armas, desactivación de explosivos, defensa personal, y sobre todo lo que es más importante, disciplina adquirida, en muchos años de servicio, podría ser una garantía para una selección segura. Como demócrata, siempre pienso que hablando se haya soluciones, y si el reservar un número de plazas en las oposiciones, no es de su agrado, propongo que los conocimientos adquiridos, así como los premios, felicitaciones, y condecoraciones obtenidos, durante el tiempo prestado en las Fuerzas Armadas, puntúen a la hora de la decisión final, para entrar en el Cuerpo. Les puedo asegurar por experiencia, que no se arrepentirán. Afortunadamente, contamos con una tropa joven, profesional, ilusionada, y perfectamente preparada. Por eso animo a los Sres. Alcaldes de pueblos y ciudades de Andalucía, y particularmente a mi alcaldesa de Tomares, Doña Antonia Hierro, a que se sume a dicho acuerdo, y siga en la línea de la Sra. Aguilar, luchando por la defensa de los intereses de unos soldados, muchos de ellos padres de familia, que solo piden un reconocimiento a su labor en el Ejército. ¿O es que va a durar mucho tiempo, el veto en la sociedad, a todo lo que huela a militar?
Antonio Lozano Herrera.
Leo, que la Unión Nacional de Jefes y Directivos de Policía (Unijepol), rechaza radicalmente, el acuerdo entre el Ministerio de Defensa y algunos alcaldes, entre ellos la de Córdoba, deª. Rosa Aguilar, para que un 20% de las plazas ofertadas para la Policía Local, se reserve a los Soldados que opositen a ellas, después de un mínimo de tres años en el Ejército. Critica esta medida, como una concepción decimonónica de la Policía. Diciendo que se hace un “¿flaco favor?” a las comunidades locales, y que el trabajo más propio para ofrecer a los militares, sería servicios como “Protección Civil, Cruz Roja, o alguna O.no.G”. Siempre he visto más paralelismo, en las funciones realizadas por los militares y las fuerzas de orden público, que la de los militares y las organizaciones ya mencionadas. Me parece fuera de lugar dichas declaraciones, ya que de este modo, menosprecian los conocimientos de unos soldados, que con la antigüedad y experiencia, tanto en el manejo de armas, desactivación de explosivos, defensa personal, y sobre todo lo que es más importante, disciplina adquirida, en muchos años de servicio, podría ser una garantía para una selección segura. Como demócrata, siempre pienso que hablando se haya soluciones, y si el reservar un número de plazas en las oposiciones, no es de su agrado, propongo que los conocimientos adquiridos, así como los premios, felicitaciones, y condecoraciones obtenidos, durante el tiempo prestado en las Fuerzas Armadas, puntúen a la hora de la decisión final, para entrar en el Cuerpo. Les puedo asegurar por experiencia, que no se arrepentirán. Afortunadamente, contamos con una tropa joven, profesional, ilusionada, y perfectamente preparada. Por eso animo a los Sres. Alcaldes de pueblos y ciudades de Andalucía, y particularmente a mi alcaldesa de Tomares, Doña Antonia Hierro, a que se sume a dicho acuerdo, y siga en la línea de la Sra. Aguilar, luchando por la defensa de los intereses de unos soldados, muchos de ellos padres de familia, que solo piden un reconocimiento a su labor en el Ejército. ¿O es que va a durar mucho tiempo, el veto en la sociedad, a todo lo que huela a militar?
Antonio Lozano Herrera.