En el interior la decoración de los capiteles es figurativa y abstracta, de gran valor. Los trabajos escultóricos del templo se relacionan con los maestros de los claustros de San Juan de la Peña y San Pedro del Viejo. El gran número de marcas de cantero diferentes que se aprecia en los sillares hace pensar en el volumen de operarios implicados en esta obra de gran envergadura, que por diferentes motivos no pudo ser concluida.