Se supone que es de los siglos XII y XIII, los de mayor auge de la villa, esto explica las enormes dimensiones de la misma que, junto con la perfecta conservación de los
edificios originales, la convierten en una de las hermosas
medievales de
España. El elemento más característico son sus porches o
soportales laterales, armónica sucesión de
arcos de medio punto y ojivales, todos diferentes entre ellos.