Cuando se termina la subida desde las
pasarelas del Vero hasta
Alquézar, aparece una visión extraña, una especie de
campo verde, muy verde en medio de los
olivos, a todos nos extraña y nos preguntamos qué puede ser, de hecho hay un
camino específico construido por la curiosidad de los caminantes para averiguar lo que es.
Cuando llegamos no damos crédito a lo que vemos, un espacio verde en medio de la tierra seca que no tiene explicación, al punto a alguien se le ocurre tirar una
piedra para comprobar lo que esconde y ahí se desvela el misterio: es una gran
charca de
agua con plantas acuáticas.
Todos nos quedamos boquiabiertos.