Hola, mis queridos convecinos de Azanuy!!
No hace mucho que resido en vuestra localidad, y tampoco os conozco tanto como me gustaría. Me mezclo entre vosotros, aunque aún me miren algunos con recelo, pero en el tiempo que llevo aquí, puedo aseguraros que ha habido personas que ya han calado profundamente en mi corazón, aunque no lo sepais. Mi tierra me llama desde la distancia, pero aunque sé que un día las obligaciones de la vida me harán tener que regresar a ella, jamás podré decir de Azanuy sino que, lo que hallé en este lugar , me llenó el alma de sensaciones que mi propio lugar de nacimiento no me supo dar... Quizá algún día os lo cuente, desde el anonimato que dá la tecnología...
Sólo me gustaría añadir un ruego: abríos más a los que llegamos de fuera, porque nosotros sólos no podemos derribar los muros de hielo que a veces nos poneis. Hay que conocer de verdad a las personas y sus circunstancias, para saber cómo es su alma en realidad, igual que no puede saberse si un libro es bueno de verdad sólo por las tapas, o por los comentarios que algún erudito nos haya hecho de él.
Amo Azanuy. Intento, de la única manera que sé, que Azanuy lleve su belleza dondequiera que su nombre suene. Y la belleza de un pueblo, además de en sus calles, piedras e historia, está en los seres humanos que le dan la vida.
Gracias por leerme.
Némesis.
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