Tu comentario es loable, pero estos
pueblos todavía tienen dueños que son soberanos para decidir qué quieren, aunque es verdad que es muy difícil que se cumplan sus deseos: falta de apoyo institucional (no hay muchos votos por medio) y dinero, evidentemente.
El futuro de
Otal es tan claro como el de los pueblos abandonados que les rodean, a pesar de que tengan recursos naturales preciosos y esa tranquilidad que muy difícilmente será turbada.
Somos muchos los que amamos tanto esta tierra de Sobrepuerto
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