Belver de Cinca, fue fundado por la Orden de Temple, según reza su carta puebla: [1] dependiente de la Encomienda de Chalamera. El cercano castillo de Monzón, fue el último bastión templario, junto con Chalamera, en caer en manos de la Inquisición ante Artal de Luna y los templarios apresados se llevaron a las mazmorras del castillo de Belver (ver documentación original en la catedral de Lérida). Los que sobrevivieron a la prisión, fueron juzgados y posteriormente absueltos, en Tarragona. Los que murieron en las mazmorras, se enterraron en la cripta de la ermita de Ntra. Sra. De Gracia (ver guía turística del Bajo Cinca editada por Gobierno de Aragón y otras entidades) en donde estuvieron sepultados junto al Comendador Berenguer de Bellvís (que murió en Chalamera, años después del juicio de Tarragona) hasta la Guerra de Independencia.
Por miedo a las tropas francesas, la familia custodia, trasladó sus restos, objetos y monedas (procedentes probablemente del castillo de Monzón- ver carta de Artal de Luna en la catedral de Lérida, la documentación restante es de propiedad privada) a una tina de piedra de sillería que se encontraba en el lado del evangelio bajo el altar de la iglesia.
En 1997, se decidió cambiar el suelo de la iglesia. Sin avisar a patrimonio, por parte de quienes procedieron a realizar las obras, se retiraron los restos óseos tanto de los Caballeros Templarios como de las familias que durante cientos de años pagaron por ser enterradas en la iglesia con tumba de su propiedad. Estos cadáveres, se arrojaron unos a la fosa común y otros a una finca particular, para nivelarla. Al personarse Patrimonio, (no notificado por consistorio ni iglesia) ya se procedía a cubrir con baldosas el suelo (Consultar documentación en Ayuntamiento, Patrimonio de Aragón, APUDEPA, Justicia de Aragón, Obispado de Barbastro-Monzón, Secretaria del Vaticano, Juzgado de Fraga y Audiencia Provincial de Huesca).
No hay noticias de lo allí escondido.
Ninguna autoridad civil o eclesiástica intentó detener las obras en su momento ni restituir los restos humanos del lugar de donde nunca debieron ser sacados. Según se informa, el delito del que se acusaron a las personas implicadas ya ha prescrito, aunque los muertos siguen en el vertedero para vergüenza de todo el pueblo de Belver de Cinca y como chanza (de pésimo gusto, molesta y ofensiva) algunos hacen correr rumores de que podría tratarse de "muertos de la Guerra Civil" o "huesos de perro".
1.- Una moneda encontrada durante las obras, fechada por la Universidad de Zaragoza es, en cientos de años, anterior a la construcción de la iglesia.
2.- Los restos óseos también fechados por la universidad de Zaragoza, tienen antigüedad superior a la fecha de construcción de la iglesia y definitivamente son humanos.
3.- Una piedra de sillería arrojada al vertedero se encuentra hoy en día en el Museo Arqueológico Provincial de Huesca.
Es la triste historia de un pueblo que ha permitido que le roben su historia.
Por miedo a las tropas francesas, la familia custodia, trasladó sus restos, objetos y monedas (procedentes probablemente del castillo de Monzón- ver carta de Artal de Luna en la catedral de Lérida, la documentación restante es de propiedad privada) a una tina de piedra de sillería que se encontraba en el lado del evangelio bajo el altar de la iglesia.
En 1997, se decidió cambiar el suelo de la iglesia. Sin avisar a patrimonio, por parte de quienes procedieron a realizar las obras, se retiraron los restos óseos tanto de los Caballeros Templarios como de las familias que durante cientos de años pagaron por ser enterradas en la iglesia con tumba de su propiedad. Estos cadáveres, se arrojaron unos a la fosa común y otros a una finca particular, para nivelarla. Al personarse Patrimonio, (no notificado por consistorio ni iglesia) ya se procedía a cubrir con baldosas el suelo (Consultar documentación en Ayuntamiento, Patrimonio de Aragón, APUDEPA, Justicia de Aragón, Obispado de Barbastro-Monzón, Secretaria del Vaticano, Juzgado de Fraga y Audiencia Provincial de Huesca).
No hay noticias de lo allí escondido.
Ninguna autoridad civil o eclesiástica intentó detener las obras en su momento ni restituir los restos humanos del lugar de donde nunca debieron ser sacados. Según se informa, el delito del que se acusaron a las personas implicadas ya ha prescrito, aunque los muertos siguen en el vertedero para vergüenza de todo el pueblo de Belver de Cinca y como chanza (de pésimo gusto, molesta y ofensiva) algunos hacen correr rumores de que podría tratarse de "muertos de la Guerra Civil" o "huesos de perro".
1.- Una moneda encontrada durante las obras, fechada por la Universidad de Zaragoza es, en cientos de años, anterior a la construcción de la iglesia.
2.- Los restos óseos también fechados por la universidad de Zaragoza, tienen antigüedad superior a la fecha de construcción de la iglesia y definitivamente son humanos.
3.- Una piedra de sillería arrojada al vertedero se encuentra hoy en día en el Museo Arqueológico Provincial de Huesca.
Es la triste historia de un pueblo que ha permitido que le roben su historia.