Hace una semana tuve el privilegio de visitar el
pueblo; es precioso, me encantó, y quedé maravillada con la vida que transmite ese pueblecito de tan sólo 18 habitantes en
invierno. Los veraneantes que se están rehabilitando
casas allí, además contribuyen a ensalzar las cualidades del pueblo.
Sólo para que quede constancia, lo único que me pareció una vergüenza es que a estas alturas de siglo, el Sr. Alcalde trate de imponer la ley marcial en el pueblo, no dejando que la gente se empadrone (porque
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