Al inicio del siglo XX se produjo la llegada del suministro eléctrico que se producía en la central que se construyó junto al salto artificial creado en el río Alcanadre. En cambio, el agua potable no llegaba hasta las casas, y era necesario utilizar las dos fuentes del pueblo para el consumo y el río, en la zona llamada Batanar, para lavar la ropa.