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BOLTAÑA: 2- BOLTAÑA...

2- BOLTAÑA

Es un municipio de la provincia de Huesca, perteneciente a la Comarca del Sobrarbe siendo en la capital de su mismo nombre, así como también de la Comarca con capitalidad compartida con Ainsa.
Bol taña está ubicada en el Valle del río Ara que es afluente del Cinca siendo su límites territoriales que linda al norte con Fanlo, por el este con Ainsa, sur con Ainsa y Bierge y al oeste con Sabiñánigo y Fiscal.
Su término municipal está compuesto con las siguientes localidades: Moriello de Sampietro, Ascaso, Santa María, San Fertus, Seso, Silves Alto, Aguilar, Espierlo, Margudgued, Sieste, Campodarbe, SanMartín, SanBelian, Morcat,, El Pueyo de Morcat, Matidero, Torrolluela de Obico, Torroyuela de la Plana, Biban y Alastrué. También parte de su término municipal forma parte del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara.
La historia de Boltaña comienza con la presencia humana desde los tiempos prehistóricos y tras la presencia celta, más tarde llegarían los romanos para enfrentarse a los cartagineses en la Segunda Guerra Púnica.
Los romanos la eligieron como capital de la Comarca llamada Boletania y su núcleo de población se encontraba en el paso entre el actual castillo de Boltaña y el río Ara recibiendo de Roma el nombre de “Municipium Boletanum”
Tras la presencia árabe en el 711d. C construyeron un Ribat o Fortaleza en la cima del monte de San Martín y su existencia esta testimoniada durante el reinado del rey Sancho Ramírez de Aragon quien confió su custodia al caballero Jimeno Garcés para defenderlo de la razias musulmanas en el Sobrarbe.
Anteriormente a la conquista cristiana, Boltaña era una fortaleza que era usada por los musulmanes para impedir el avance cristiano por la cuenca del río Ara y hay testimonios que el Califa Abd-al-Rahman III nombró como gobernador a Amrus ibn Muhammad.
Se desconoce la fecha de la conquista cristiana pero se conoce que en el año 941 al rey de Pamplona, García Sánchez I de Navarra tenía a Boltaña como una de sus posesiones.
En el siglo XI, Sancho Garcés III de Navarra confió la custodia de la plaza de Boltaña a su sobrino Jimeno Garcés durante el periodo del 1028 al 1031 y posteriormente fue sustituido por Sancho Galindez en el período de 1036 al 1080 bajo, el reinado de Ramiro I de Aragón.
Llegado el siglo XII, Boltaña pierde importancia a favor de Ainsla que había sido conquistado por el reino de Aragón, por el rey Alfonso I El Batallador quien le concedió una carta Puebla en 1124.
Siguieron los siglos y Boltaña acentuó su decadencia respecto a Ainsa hasta llegar a un tiempo que Boltaña pasaría a ser una aldea de Ainsla.
En el año 1430 se le concedió el Señorío de Boltaña a Juan de Bardají pero tras la oposición de los infanzones del lugar originó que el rey Alfonso V de Aragón revocara esta concesión a favor de la Corona de Aragón.
Fernando II (1479 -1516) casó con Isabel I de Castilla siendo declarados por el Papa Alejandro VI los Reyes Católicos y fundaron España. El nieto de ambos, Carlos I, heredó ambas coronas, pero manteniendo cada una sus propias leyes y costumbres.
En 1700, con la muerte de Carlos II El Hechizado, fue proclamado rey de Castilla y de Aragón Felipe de Anjou, lo que provocó la Guerra de Sucesión Española.
. Durante la Guerra de Sucesión, Aragón (al igual que el resto de territorios de la Corona: Cataluña, Valencia y Mallorca) apoyó al archiduque Carlos (de la casa de Austria) frente a Felipe V (de los Borbones).
Tras la batalla de Almansa (1707), Felipe V abolió los fueros aragoneses, adoptó varias medidas centralistas y fueron anuladas todas las antiguas disposiciones políticas del reino (Decretos de Nueva Planta).
Aragón se convirtió en la práctica en una provincia y su Consejo fue absorbido por el Consejo de Castilla.
Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías de los famosos guerrilleros Barber, Cantarero, Villacampa y Nebot quienes dirigían su partida de patriotas y fueron el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la región de Aragón...
A principios del siglo XIX, tiene su protagonismo el Sitio de Zaragoza por los franceses donde se escenifica la Guerra de la Independencia, contra los
la invasión francesa.
En el año 1833, Javier de Burgos ministro de Fomento realiza la división administrativa del reino de España, e inscribe a Boltaña en la provincia de Huesca...
Las Cortes de Cádiz suprimían los Señoríos jurisdiccionales mediante el Decreto del 6 de julio de 1811, pero una vez derrotados los franceses y expulsados de España, los avatares políticos (vuelta al absolutismo) hicieron frenar las reivindicaciones de los ayuntamientos de recuperar la plena jurisdicción sobre el territorio del municipio y sería en 1834, cuando tras la introducción del régimen liberal, definitivamente queda abolido el régimen señorial.
A lo largo del siglo XIX, durante la vigencia de los distintos gobiernos liberales se van a producir las “desamortizaciones” que es un proceso de expropiación o nacionalización de las propiedades de la Iglesia en concepto de venta de los llamadas “manos muertas”, nombre que recibieron las instituciones como la Iglesia y los Consejos que no podían vender sus tierras.
Las Guerras Carlistas, iniciadas contra el gobierno liberal tenían a los insumisos del norte (vascos y navarros), catalanes y valencianos, todos juntos a una activa Institución, que será la Iglesia quien avivaba desde el púlpito la sedición y rebelión contra la monarquía liberal y ésta, inició el proceso de “desamortización de los bienes de la Iglesia” para poder sufragar con medios económicos la formación de un ejército, dotado de pertrechos y soldados para combatir a las partidas facciosas que querían imponer por la fuerza, el régimen absoluto.
Posteriormente se suceden otros pasajes históricos como la Revolución y Constitución del 1869, el gobierno provisional del general Serrano, el reinado de Amadeo I de Saboya, la I República en 1873, período que termina con el golpe del Estado del general Pavía quien entra con las tropas en el Congreso en 1874, seguido por el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en Sagunto en el año 1874, imponiendo por la fuerza de las armas la Restauración de la monarquía borbónica, en la persona de Alfonso XII.
A lo largo del siglo XIX, se consolida como villa importante y tras el incremento demográfico, se produce una expansión en las actividades productivas, especialmente la segunda mitad del siglo XIX.
Ya en el siglo XX, se produce un cambio político, con la proclamación de la II República, he iniciada la Guerra Civil Boltaña es ocupada por el bando republicano.
. En Aragón se libraron algunas de las batallas más importantes de la Guerra Civil, como la de Belchite, la de Teruel o la del Ebro. Aragón quedaría desde el 1939 bajo el gobierno de Franco, junto con el resto de España.
Durante los años 1960 se desencadenó un éxodo y un despoblamiento de las zonas rurales hacia las zonas industriales como las capitales de provincia, a otras zonas de España y además a otros países europeos.
En 1964 se creó en Zaragoza uno de los llamados Polos de Desarrollo. En el año 1975 se vivió como en el resto del Estado un periodo de transición, tras la extinción del anterior régimen, con la instauración de un régimen democrático y la creación de un nuevo marco constitucional.
En mi libro: “La España critica….una Iberia posible” comento esta tragedia humana y manifiesto: “Desgraciadamente, la anarquía existente en las dos Españas enfrentadas trajo sin por ello olvidar otras sangres inocentes derramadas, con los métodos represivos de los dos bandos que usaron la extrema dureza. Vamos a recordar dos víctimas de esta barbarie, la desaparición de dos personajes que la sufrieron en su persona, dos genios de la pluma Federico García Lorca y Ramiro de Maeztu, inútilmente sacrificados por el odio enfermo de los contendientes.
Olvidemos para siempre esta tragedia, con su memoria histórica y sepultemos definitivamente la triste realidad que denunciaba Mariano José de Larra del convulso periodo decimonónico: “Aquí yace media España, murió de la otra media”.
Recordemos tiempos pasados donde reinaba la armonía en el pueblo y todo el estrato social participaba en actos colectivos como refleja el gran genio pictórico Francisco de Goya en su obra “La Pradera de San Isidro” con escenas de fiestas, alegría común y jolgorio popular y en otros como “La carga de los mamelucos” donde todo un pueblo unido, participa en su lucha contra el invasor francés.
En esta escena de la Guerra de Independencia, ya un ilustrado de mente privilegiada D. Melchor Gaspar de Jovellanos, hacía su análisis personal y decía: “España no lucha por los Borbones, ni por los Fernando; lucha por sus propios derechos, derechos originales, sagrados, imprescriptibles, superiores e independientes de toda la familia o dinastía.
España lidia por su religión, su Constitución, por su leyes, por sus costumbres, sus usos y en una palabra, por su libertad…”
Terminada la guerra transcurre su historia dentro del régimen de Franco hasta que en el año 1977 se incorpora como villa, tras la Ley de la Reforma Política al nuevo sistema democrático actual.