Es conocida la localidad por mantener juegos aragoneses, principalmente "chugá a las birllas" (jugar a las birlas). El juego consiste en lanzar una bola a unos palos (birlas) puestos delante y derribar el mayor número posible de ellos (9 me parece). Es muy similar a los bolos y es un juego en el que casi siempre juegan sólo "las mullers" (mujeres).
Este "chuego", junto con el de la "barra aragonesa" (lanzamiento de la misma lo más lejos posible) se han popularizado en muchas fiestas de otros pueblos de todo Aragón.

La lengua utilizada por sus habitantes más mayores es el aragonés alto ribagorzano y ha tenido cierto cultivo literario de la mano de Bienvenido Mascaray.
Es un tipo de aragonés de transición al catalán y tiene menor influencia del castellano que en otras localidades al sur de la Ribagorza.