Salinas de La Irena. Con la explotación de las de Tragó en los años 50 del s. XIX, provocaron alteraciones sociales. Declaradas, a mediados del pasado siglo, por un catalán, son registradas siguiendo el proceso burocrático; la población de las inmediaciones, aprovechando los vientos revolucionarios que corrían en l868, toma las salinas y comienzan a explotarlas entre unas treinta personas de Tragó, Estopanyá, Camporrells y Alcampell.
Desde Huesca se envían fuerzas de orden que expulsan a los ocupadores poniendo la sal en manos del dueño legítimo, este refuerza la vigilancia construyendo un pequeño baluarte y repele a los campesinos con fuerzas propias, pero aquellos no tardarán en volver a tomar la propiedad, derribando la defensa hasta los cimientos.
Los campesinos debían tener algún derecho consuetudinario. Al parecer se halló la sal en los términos de un pueblo desaparecido: La Irena, cuyos términos se repartieron entre Camporrells, Estopanyá y Tragó; lo que fuera monte común engrosó la propiedad comunal de los municipios receptores, por ello la población podía aprovechar los recursos: caza, leña, pastos... y la sal. Sin embargo nuevas leyes dictadas lejos de las peculiaridades forales, obviaron estos derechos ancestrales. Aunque dieron más quebraderos de cabeza que otra cosa.
Desde Huesca se envían fuerzas de orden que expulsan a los ocupadores poniendo la sal en manos del dueño legítimo, este refuerza la vigilancia construyendo un pequeño baluarte y repele a los campesinos con fuerzas propias, pero aquellos no tardarán en volver a tomar la propiedad, derribando la defensa hasta los cimientos.
Los campesinos debían tener algún derecho consuetudinario. Al parecer se halló la sal en los términos de un pueblo desaparecido: La Irena, cuyos términos se repartieron entre Camporrells, Estopanyá y Tragó; lo que fuera monte común engrosó la propiedad comunal de los municipios receptores, por ello la población podía aprovechar los recursos: caza, leña, pastos... y la sal. Sin embargo nuevas leyes dictadas lejos de las peculiaridades forales, obviaron estos derechos ancestrales. Aunque dieron más quebraderos de cabeza que otra cosa.