Búnkeres de la “Línea P”
La “Línea P” (de “Pirineos”) es un conjunto defensivo construido a lo largo de la vertiente pirenaica española entre los años 1944 y 1959. Miles de soldados de reemplazo trabajaron para levantar cientos de posiciones de hormigón armado (tipo “búnker”) en las cabeceras de los
valles fronterizos por el temor a una posible invasión
militar desde el sur de
Francia que nunca se produjo.
De entre los numerosos asentamientos que se construyeron en el
valle de
Canfranc (“Sector 24”), recientemente se ha recuperado un conjunto que integra el denominado “Punto de Apoyo nº 1” del “Núcleo de Resistencia nº 111” (Los Arañones). Constituido por más de una docena de búnkeres distribuidos en el interior del bosque repoblado, el núcleo se proyectó para la defensa de la
estación internacional de Canfranc.
La defensa principal descansaba en el asentamiento para cañón antitanque denominado C-1, ubicado en el entronque del viejo
camino carretero de Picaubé con la prolongación del
Paseo de los Melancólicos. El C-1 dirige su tronera hacia la boca del
túnel ferroviario, que se sitúa a escasos 25 m hacia el norte. Por el flanco occidental completan la defensa cuatro asentamientos unidos mediante trinchera (121 y 122; los dos para fusil ametrallador) o a través de galería cubierta y
escalera (desde el 122 hacia 12-A y 12-B, ambos para ametralladoras cuyas troneras se abrieron en la obra del túnel ferroviario).
El flanco oriental se completa con un mayor número de asentamientos. Cuatro de ellos baten directamente las
vías del ferrocarril: los denominados 12-C y 12-D (ametralladoras) son obras singulares que se construyen adosadas a la misma obra ferroviaria, mientras que 122 bis y 123 bis (fusil ametrallador convertibles en ametralladoras), algo más retirados, defienden desde cierta altura. Especialmente interesante es el asentamiento 12-C, el más próximo a las vías, que incluye un profundo acceso con
escaleras de
piedra y un muro lateral de camuflaje que imita en mortero el despiece y tratamiento de los sillares de la obra del túnel.
Entre el antiguo vivero forestal y el barranco canalizado de Samán se escalonan otros cuatro asentamientos: los dos inferiores (123 y 131, para fusil ametrallador) dirigen sus fuegos a la
playa de vías; el 132 se encuentra desaparecido a causa de ciertos movimientos de tierra; y el 133, a cota superior, defiende directamente la pista forestal, en uno de cuyos muros de contención se camufla.