Sentir nostalgia del lugar donde se nació es una necesidad del alma. Cuando se tiene buen corazón y los sentimientos son sinceros:necesitamos exteriorizarlos.
Recordar el
pueblo donde comenzamos a captar todos los sonidos y
colores de la vida es una bonita manera de revivir aquellos tiempos.
Santa Olaria, como otros muchos
pueblos del Pirineo, y de otras comarcas, necesitan sentir nuestra nostalgia para seguir viviendo.
¡ánimo
amigo saquemos del olvido nuestras raíces!
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