A finales de los 60 se inauguró el
pantano de Mediano que hizo que mucha gente de Coscojuela se quedara sin sus mejores tierras y entonces decidiera vender la
casa para buscar fortuna en otro sitio (la mayoría en
Barcelona o ciudades similares donde en esos momentos había trabajo). Quedaron sólo tres ó cuatro
familias viviendo fijas. En la actualidad, muchas de esas personas o descendientes, han revertido y arreglado sus
casas como segunda vivienda y pasan aquí parte de sus vacaciones y fines de semana. Otras personas sin anterior relación con el
pueblo, han
comprado alguna casa ó
pajar y lo han reconstruido como primera vivienda, con lo que ahora ya hay más casa habitadas de manera continuada, niños por el pueblo y más vida en general. Es un pueblo en crecimiento como muchos otros del sobrarbe. Queremos sin embargo un desarrollo urbano controlado y sin masificaciones.