El Viernes de dolor hay una
romeria a la
Virgen de la Carrodilla y para
comer te dan judias con bacalao y un panecillo.
Gran parte de la población utiliza cotidianamente el aragonés estadillano cuyo máximo exponente ha sido Cleto Torrodellas, que escribió durante el siglo XX gran cantidad de poemas que han contribuido al mantenimiento de la lengua entre sus habitantes.