Hace veinte años que unos buenos
amigos nos llevaron a
Fonchanina. Desde entonces no hemos dejado de ir varias veces al año. Tanto su maravilloso
paisaje como la paz que allí se respira nos dejó tan impresionados que somos adictos a este pequeño
pueblo.
Desde aquí queremos enviar un cariñoso saludo a Rafael Casal y a su hijo que son las mejores personas que hemos conocido en nuestra vida y por suerte nos une una gran
amistad.
José Mª/Marisa.