Tan solo en una ocasión me acerqué a este pintoresco
pueblo. Me gustó.
Recuerdo gratamente el caminar por su
calles vericuetas, en un silencio casi sepulcral. Algo inenarrable.
¡Y pienso volver a emborracharme de sus construcciones, sus
paisajes pintorescos y compartir con sus amables gentes!.
Pero sobre todo, -y como muestra vale un botón-, he podido compartir unos años de trabajo con un compañero natural de
Juseu, -y del que no doy su identidad puesto que he de respetar su sentido de querer
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