Restaurada recientemente, es uno de los ejemplos mejor conservados del románico aragonés. Data del siglo XII, y no tiene ampliaciones posteriores como el campanario barroco de San Sebastián de Labuerda.
En su interior, visitable solamente en días laborables de los meses de verano, existen frescos de época temprana con motivos pertenecientes a la iconografía de la orden del Temple, orden religiosa y militar que combatió en la zona durante la reconquista...