Su origen se remonta a los años 1040 o 1050 en que comienza su construcción por orden del conde Galindo, un importante señor aragonés. Sin embargo, tras su muerte, y heredada por su hijo Sancho Galíndez, ésta fue remodelada al gusto de su nuevo dueño, muy cercano a la
catedral de Jaca, como se aprecia en la inscripción que se encuentra en la parte superior de la
portada. Se data el final de las obras en 1072. Sin embargo, la
torre cuadrangular es posterior, siglo XIII o siglo XIV. También la decoración del
ábside se hizo en siglos posteriores, en el siglo XV, con pinturas góticas en las que se representan figuras de
santos, la vida de la
virgen y el
calvario de
Cristo. Las primeras noticias del templo se encuentran en un escrito de 1068. En 1080, el templo pasa bajo el poder del
monasterio de
San Juan de la Peña.