Recuerdo el año que nevó, verdaderamente fué impactante, tejados blancos, campos blancos, en fín todo era blancura. Aunque la satisfacción de ir a Lascellas no es el pueblo en sí, sino la gente vecina y no vecina que te encuentras y la sensación de libertad, totalmente aniquilada cuando llegas a estas urbes deshumanizadas ande vivimos. Mañana carnaval.
The Xarcuter.
The Xarcuter.