Muchas
fotos, pero hay más cosas que ver, y no sólo la
plaza y una
calle.
Hay una
ermita muy bonita,
San Andrés.
Está
Fuente Santa, que además recien restaurado, por cierto, muy mal gusto, parece un
bar con su
merendero y no una aldea abandonada.
Hay numerosos
arcos de entrada a
casas preciosos.
Y una gran
tradición en la que varias personas tenian que ganar dinero para poder vivir, y el único medio era vender la madera que llevaban a la tierra baja.
A ver si para otra vez hay algo nuevo.