Ruido y polvo de casas que se caen, noches salpicadas de frío y viento, días de soledad. Pero todo esto ya ha pasado, estate tranquilo, yo estaré contigo. El agua, que ya no tirará más casas, devoverá la vida a la huerta, piedras y cal para recrecer los muros, madera en las ventanas y humo en las chimeneas haran saber al mundo entero, por muy difícil que nos lo pongan, que estamos luchando codo con codo para que en tus calles siga habiendo memoria. Las noches seran tranquilas y los días agradables, ... (ver texto completo)